Mi paz interior
Un estado de plenitud

Un estado de plenitud
Todos soñamos con vivir un estado de paz interior, sin embargo, a veces hay mucho ruido en nuestra cabeza, a veces hay muchas cosas que nos perturban, atormentan y caminamos por el mundo como ciegos, sordos y mudos y no nos damos cuenta del gran poder que tenemos dentro de nosotros.
Se puede llegar a un verdadero estado de paz interior, es algo que depende de la definición que cada uno le ha dado a ese estado.
Si tienes un pensamiento de lo que para ti es paz interior, entonces te enfocaras en cómo vas a estar en paz cuando… cuando tenga el dinero que deseo, cuando cambie de empleo, cuando tenga una casa más grande…Si tu paz interior, es algo que buscas como algo futuro o externo, difícilmente la podrás a alcanzar.
La vida se nos va en una gran carrera, persiguiendo algo que seguramente nunca se va a lograr. Una forma de empezar a conectar con esa paz, con la felicidad y el amor que deseamos tener, es soltar la idea de que eso que merecemos vivir esta afuera. Nos corresponde conectarnos con nuestro ser interior.
Vivimos afanados, buscando hacer mil cosas a la vez y finalmente no terminamos haciendo ninguna bien, creemos que sabemos cómo deberíamos vivir y desde esa arrogancia de creer que sabemos cómo funciona todo y lo que tenemos que hacer todo el tiempo, nos movemos como borreguitos, si todos corren pues yo tengo que correr detrás de ellos, sin saber para donde vamos, pero hacemos lo mismo que los otros hacen. Andamos a la defensiva.
¿Para dónde vamos?… ¡no sabemos, pero vamos¡… Nos ponemos unas expectativas muy altas, porque se supone que si no logramos llegar a ese lugar donde debemos llegar, pues no vamos a ser exitosos, reconocidos o a encajar.
¿Qué pasaría si en lugar en enfocarte se seguir la manada, te detuvieras simplemente? ¿Qué pasaría si estuvieras contigo y atendieras lo que ocurre en ti?, si dejara de juzgarte y creer que sabes. Pues esa arrogancia en la que te vives, es la que te impide conectarte con tu verdadero ser. Creer que te las sabes todas, eso es lo que realmente te limita.
Seguimos haciendo las mismas cosas por miedo, a Dios, a la vida, a la sincronía. Nos da miedo soltar, nos da miedo vivirnos en la expresión natural de la vida. Un ave, un conejo, una hormiga no se preocupa de lo que va a pasar mañana, somos los seres humanos desde nuestra racionalidad los que nos quedamos en el pasado usando las experiencias tanto nuestras como ajenas, todo lo que nos han contado, usamos ese pasado para en el presente tratar de prevenir un futuro que no ha llegado, que no sé qué trae para mí, entonces no vivo, interpreto la vida y me privo de vivirla.
No me abro a permitir que la vida me muestre lo que tiene para mí, no confió en la inteligencia divina, estoy tratando de poner mi estructura mental a eso que está pasando. De tener del control.
Todas las explicaciones que damos son temporales, incompletas y sesgadas a la interpretación del momento que tenemos como seres humanos, no nos detenemos para decir: ¿Qué me trae este momento, ¿qué traerá para mí la vida ahora? Pero mi resistencia, interpretaciones y miedos son los que proyectan el dolor, las dificultades que experimento.
La espiritualidad no es una religión, es la capacidad de vivir en consciencia y eso es lo que te hace un gran ser humano que se permite comprender el para que esta aquí, para que vives y que tienes que haces cada día de tu vida.
Nada excepto tus propios pensamientos pueden hacerte daño, cuando los cambies, encontraras esa paz que tanto deseas tener.
Copyright 2025 Alejandro Angeles | Desarrollado por: Comercial Web