Re-Conociendome

Eso es algo que va a durar para siempre, porque siempre eres. Nunca terminaras de conocerte, conocerte implica SER, mientras seas más bien re-conócete y disfrutate.

Vive un día a la vez, nos estamos reconociendo en lo que nos ponga la vida en el día de hoy, donde debes preguntarte: ¿cómo me reconozco hoy en este día? ¿cómo me reconozco en esta circunstancia y cómo me disfruto?

Todos los días estamos conociendo algo nuevo, aprendiendo algo nuevo, por eso si algo no me gusta debo cambiar mi observador para que todo cambie y se transforme.

Una cosa es el hecho o lo que está sucediendo, y otra es el significado o la interpretación que cada quien le da a lo que sucede, ahí está el secreto de construir tu propia realidad.

Ante una misma circunstancia, cada ser interpreta lo que sucede desde tu programación,  desde su educación, sus creencias, su mapa mental, su nivel de consciencia, desde su vínculo espiritual, cada quien le otorga a un mismo hecho llamado “realidad” una interpretación diferente.

El amor está en saber observar con empatía que cada quien interpreta el mundo de formas distintas. El inicio de la interpretación está ligado a una creencia que inicia con lo que tu dices y piensas del hecho. “el pensamiento y el lenguaje determinan tus creencias”

Lo que tu crees es lo que creas y esa es tu realidad. Si no te gusta la realidad que estás viviendo hoy, tu puedes cambiarla. ¡Cambio y transformación son cosas diferentes!

Cambio todo aquello que sucede y ocurre fuera de mi, transformación es todo aquello que ocurre y sucede dentro de mi. Me hago cargo de mi transformación, para eso puedes empezar con este poderoso mantra: “Sano en mi el pensamiento, sano en mi la conversación y sano en mi el sentimiento que le estoy imprimiendo a esta realidad.”

Cuando yo asumo la responsabilidad de mi interpretación, todo cambia. sin embargo en la realidad que otros perciben afuera nada cambio.

“Todo está tal y cual como lo dejaste, nada ha cambiado, solo una cosa, tu, por ello todo ha cambiado.”  Anthony de Mello

Nos corresponde aprender a trabajar la compasión, un amor benevolente, libero al otro de juicios, de expectativas.Nos corresponde sanar en nosotros mismos lo que esperamos del otro, lo que pensamos del otro para permitirle SER y para yo ser libre. Lo que no me gusta de ti, lo sano en mi.

Nos corresponde asumirnos a nosotros mismos desde la responsabilidad de nuestras emociones, narrativas y percepciones.